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Mostrando entradas de junio 28, 2009

Quintana Redonda: Iglesia de Nª Sª de la Asunción

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Q uintana Redonda, quizás el núcleo central de la Mancomunidad del Rio Izana, que debe buena parte de su idiosincracia no al dicho tan popular que dice De Quintana Redonda los Cantareros, de tierra colorada, cántaros negros , sino a una historia muy diferente, aunque Historia al fin y al cabo. Una historia de descubrimientos arqueológicos y de tesoros que salen momentáneamente a la luz para después desaparecer misteriosamente en las alforjas privadas del desaprensivo cacique de turno. N o obstante, la intención de la presente entrada no es hablar de este tipo tan generalizado de bochornoso y despótico egoísmo que nos priva de una riqueza artistica y cultural que nos pertenece a todos -en este sentido, recomiendo la entrada de un buen amigo http://ojosoria.blogspot.com/2009/04/quintana-redonda.html -sino de algo que yo, de manera particular, por supuesto, y en referencia a la iglesia de Nª Sª de la Asunción, denomino como el misterio románico de Quintana Redonda. ¿H emos de creer en e

Andando se hace camino: las Cuevas de Soria

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D e similar manera que Izana, y formando parte del entorno de Quintana Redonda, la pequeña población de las Cuevas de Soria asume, también, una rica herencia celtíbera, cuyas huellas pueden rastrearse en los restos -incluído el de un castro- que a lo largo de los siglos han ido descubriéndose sobre el terreno. Historia y restos que, en el fondo, constituyen la mejor seña de identidad de un pueblo que -es una opinión personal, basada en impresiones- aún situado a una distancia aproximada de 20 kilómetros de la capital de la provincia, se ve -en mayor o menor medida- aquejado de ese mal endémico o peste heredada del siglo XX, que es la despoblación. C on referencia a ello, se puede añadir que son numerosas las casas cuyo estado de abandono y deterioro inducen a preguntarse por el destino de unos habitantes que, motivados por incógnitas circunstancias, adoptaron como propio el poema de Machado, y haciendo camino al andar, emigraron a otro lugar en busca de la quimérica, y casi siempre ev