Cañón del Río Lobos: romería de San Bartolomé y la Virgen de la Salud
Pero no son sólo debotos romeros sorianos los que acuden en tropel a una romería que, a juzgar por la afluencia de gente que pude apreciar ayer, parece que cada año bate récords de asistencia, sino también gente que acude de muchas y variadas provincias españolas, como Barcelona, Burgos, Bilbao y Madrid. Gente que, aparte de la devoción y fe que puedan profesar a estas dos emblemáticas figuras, acuden, también, aprovechando este periodo vacacional, a un entorno realmente privilegiado, atraídos por su extraordinaria belleza unos; por las innumerables leyendas relacionadas con la Orden del Temple otros, y por la oportunidad de pasar un agradable día de romería y festividad, los más.
Y como en toda romería que se precie, desde luego que en ésta no faltan las anécdotas. Como aquellos que, a pie o a caballo, deciden poner una nota de colorido y costumbrismo al acontecimiento. O -¿por qué no decirlo, si fue un detalle simpático?- como el párroco, convertido en ocasional fotógrafo de un grupo de peregrinas. O la pareja de abuelillos, avanzando renqueantes por la pradera, cogidos del brazo y ayudándose de los bastones. Esa pareja de buitres, encaramada en la roca más alta de un risco, contemplando atónitos la invasión de su entorno. Y también -y esto sea quizás la nota que entristece un poco un día de alegría y de paz- el típico patoso que confunde romería y botellón y tiene que ser amonestado a las puertas del templo.
Pero de cualquier manera, lo que sí que puedo decir, con la más sincera de las afirmaciones, es que fue todo un placer asistir, por segundo año consecutivo, al Cañón del Río Lobos y la romería de San Bartolomé.
Comentarios
Cuantos y que excelentes recuerdos guardo de mis visitas a San Bartolo.
En la última, ya hace cuatro años, tuve la ocasión de observar y ser partícipe de un caso curioso. Cuando en el interior de la ermita guardábamos paciente cola para rendir homenaje a la Virgen de la Salud, entre la multitud asistente, merodeaban un par de personas, con enorme discreción, portando, una de ellas, un aparato de medición que a simple vista no pude identificar. Por lo reducido de sus dimensiones y disponer de una pantalla digital para la lectura de mediciones, deduje que no podría ser ningún biómetro A. Bovis, registrador de posibles mediciones telúricas. Por la apariencia, acaso podría ser algún contador tipo Geiger, pero …, ¿ estarían tomando mediciones radiactivas, sobre algunas de las personas, cuando éstas se posicionaban delante de la talla de la Virgen sobre una losa que lleva inscrita, en bajorrelieve, una cruz templaria ?. Quizás por practicar la prudencia y el respeto necesario y correspondiente al momento, al lugar y a la fecha, no formulé las preguntas convenientes y me quedé con la gran duda.
Según la tradición, parece ser que esta losa sería el punto central desde donde los templarios podrían determinar las coordenadas de puntos mágicos. Siempre he sentido una tremenda curiosidad por conocer en que fecha, exacta, los rayos solares atraviesan el centro de la estrella pentagonal del hastial sur, para incidir en la precitada losa. Me da la impresión de que dicha fecha tendría una gran relevancia para la Orden del Temple, siempre tan expectante y respetuosa en todo lo relativo a las casualidades cósmicas. Por desgracia, los olmos reducidos a grandes tocones secos ya no presentarán ningún tipo de inconveniente para precitada observación.
Enhorabuena, muchas gracias y cordiales saludos.
Cordiales saludos.
Yo estuve la semana anterior disfrutando de ese bello paisaje.
Un abrazo
No sé, cuestión de opiniones. Yo estuve también el año pasado y en la presente romería me ha parecido que participaba más gente. Pero lo importante es que la gente, sea más sea menos, continúe participando en las romerías. Es una forma de que nuestras tradiciones no terminen por desaparecer.
Un abrazo, compañero
Efectivamente, nunca me fijé en el detalle de la ubicación de una polea en la posición vertical del techo, justo encima de la losa con la cruz templaria.
En cuanto a la observación de fenómenos ópticos y acústicos en la ermita de San Bartolomé de Ucero, es la primera noticia que tengo pero ésto resulta bastante lógico. Como mucho, no paso de la categoría de un voluntarioso, aunque irrelevante aprendiz, en lo tocante a ciertos temas, entre los que se encontrarían: los fenómenos telúricos, el románico y los templarios, entre otros.
Sí, efectivamente había reparado en que durante la grabación de la pentalfa del rosetón meridional, desde el interior de la ermita, se producía un reflejo, con el vértice invertido, respecto a la posición in situ de la misma, pero no le di importancia ya que pensé que, quizás, fuera el resultantedo de cualquier tipo de reflejo de los sistemas interiores de medición interior del vídeo. A veces, uno es así de torpe.
En cuanto a los acusadísimos movimientos en las varillas captados por su amiga, no me extraña nada, ya he tenido la ocasión de presenciar algunos actos similares.
El último ocurrió en la cripta bajo el ábside de la iglesia de San Martín de Tours, en San Martín de Unx (Navarra). La señorita que realizaba las funciones de guía turística y que según nos comentó, estaba en un grado avanzado en cursillos de radiestesia, situó a una niña de 8 o 9 años que formaba parte de nuestro séquito visitante (por lo tanto conocida nuestra) justo en el centro del abside de la cripta, que estaba situada bajo el ábside de la iglesia y después de dejar pendiente e inmóvil, entre los dedos índice y pulgar de su mano derecha, al cabo de medio minuto, el peso del péndulo comenzó a describir amplios y contínuos círculos, ante la gran sorpresa de todos los presentes. La niña, era la primera vez en su vida que se veía en semejante trance.
En cuanto al presumible error en los datos facilitados por J. G. Atienza, respecto a la perfecta equidistancia de la ermita de San Bartolomé de Ucero, con los puntos más oriental y más occidental de la península Ibérica; parece ser que si la medición se hace entre los puntos más oriental (Cabo de Creus) y el, realmente, más occidental (Cabo de Touriñán, pelín más occidental que el de Finisterre), la diferencia resulta insignificante.
En cuanto al ritual de algunas personas de permanecer algún tiempo descalzos sobre la "losa de la salud, ¿sabe, D. JuanCarlos, si es cierto que Blanche Merz estuvo en San Bartolomé de Ucero realizando alguna medición biométrica sobre la precitada losa, llegando a registrar una intensidad de vibraciones de 16.000 unidades, bastante aproximada a la registrada en el centro del laberinto de la catedral de Chartres (18.000)?.
Cordiales saludos.
No es una banalidad. Mire Vd, Zuhur, hace unos meses, estuve indagando por una zona extraordinaria perteneciente al Señorío de Molina de Aragón. Dentro de sus límites, se encuentran tres focos marianos antiquisimos y sorprendentes: Buenafuente del Sistal, el Barranco y Santuario de la Virgen de la Hoz y Cobeta y el Santuario de la Virgen del Montesino. Todos lugares sorprendentes, de increíble, salvaje belleza. Y lo más curioso, en las cercanías se concentran el mayor número de restos arqueológicos pertenecientes a la cultura celta. Aunque presiente una conexión, me veo incapaz de poder demostrarlo. Pero si observo, y perdóneme por la reiteración, que muchos fenómenos de extraña y variada índole se manifiestan en lugares que desde siempre han recibido una atención especial por parte del género humano. En Soria, también existen algunos lugares así, aparte de Río Lobos, como puede ser Conquezuela y la ermita de la Virgen de la Santa Cruz.
Con respecto a Blanche Merz, creo haber oído algo (lo mismo fue en Cuarto Milenio, no se lo podría asegurar) de que efectivamente estuvo en San Bartolomé. De Chartres, ¿qué le puedo decir? Hace tiempo que tengo planeada una visita. Aunque posiblemente lo conozca, hay todo un clásico referente a ésta increíble catedral: El enigma de la catedral de Chartres, de Louis Charpentier, editorial Plaza & Janés.
Tampoco yerra Vd cuando adivina un efecto meramente óptico en el pentágono. Pero observe, sólo he conseguido recogerlo de forma tan perfecta, situándome al principio de la capilla de la Virgen de la Salud, sobre la piedra templaria, apuntando al pentágono principal que se encuentra sobre la capilla del Cristo de la Agonía. Al contrario, el efecto es apenas nítido. Y por favor, no me diga que es torpe, porque no es cierto; se nota a la legua, por su forma de expresarse, que además de ser una persona muy educada, es también una persona culta con la que comentar se convierte en un auténtico placer.
Me despido haciendo la indicación que ya le he hecho en anteriores ocasiones: con lo poco o mucho que aportamos cada uno, nos enriquecemos todos.
Muchas gracias y cordiales saludos
D. Juan Carlos, que excitante y envidiable experiencia la que ha disfrutado en el Señorío de Molina de Aragón. Queda todavía por ver si podrá, o no, demostrar en el futuro, nada o algo al resto del mundo, pero en los términos estrictamente personales ... ¡Chapeau, que le quiten lo bailao!
Bueno ..., supongo que ya será de su conocimiento el contenido del documento que le adjunto, pero ha sido, al menos parte de su lectura, la que ha motivado la, posiblemente, intempestiva pregunta en mi comentario anterior. Como podrá comprobar, ahí dice que la intensidad de las vibraciones alcanzaron las 13.000 unidades y no 16.000, como escribí.
En otro orden de cosas y aprovechando de que el Duero pasa por Soria y que, quizás, por ese motivo se estén exhibiendo allí las Edades de Hombre 2009, me pasearé por la guapa y gratísima extensión de la "Cabeza de Extremadura", a fin de incrementar la reserva de fuerzas, de cara a unos ineludibles, por lo necesarios, acontecimientos otoñales.
Espero que la ocasión me permita incrementar el acervo de mis, casi siempre, gratificantes experiencias sorianas.
En tanto que llega la vuelta, reciba mis más cordiales saludos.
Gracias por el enlace, un artículo bastante trabajado, con muchos datos y fuentes reconocidas, como Angel Almazán. Por cierto, con Angel tengo pendiente una cita en Soria, que veré de concertar en uno de mis próximos viajes.
Sinceramente,no entiendo mucho de unidades bovis, pero sí le oí mencionar a mi amiga que, al menos en la zona del ábside (ya se lo confirmaré cuando hable con ella), se daban al menos de 8 a 10.000 unidades. Ella, supongo que por, digamos para entendernos, sus especiales cualidades para vivir algunos tipos de lugares, consideraba especial, aparte de la losa con la cruz templaria, el peñasco de la parte trasera de la iglesia, aquella justamente que se levanta sobre el coro. Siempre ha sido de la opinión de que allí debajo, hay o hubo algo en el pasado: un pozo, una cripta...De hecho, es la zona donde más humedad se genera.
Qué envidia me da. Es toda una experiencia ver algunas zonas de Soria en otoño. Recuerdo que el año pasado, me impactó el especial colorido del paisaje que se puede contemplar en el trayecto que va de Berlanga de Duero a Caltójar y San Bartolomé. Todavía es pronto, desde luego, y aún queda algo de verano por delante.
En fin, le deseo unas felices experiencias que, espero, tendrá la amabilidad de compartir a su regreso. Cuídese mucho y reciba un fuerte abrazo.
Un abrazo