Fenicios, cartagineses, griegos, celtas, romanos, visigodos, árabes...una interminable lista de pueblos que pasaron y se establecieron en España, legando a la posteridad una parte considerable de su idiosincracia y de su Arte; en definitiva, de su cultura. Posiblemente, y en cuanto al arte se refiere, fueran los romanos quienes hicieran más perdurable su legado, hasta el punto de que numerosas construcciones han llegado hasta nosotros más o menos intactas: vías de comunicación, puentes, acueductos, canales, mosaicos y ese gran descubrimiento de la ingeniería que es el arco de medio punto, del que todavía continúan sirviéndose los ingenieros en la actualidad.
Ahora bien, ¿qué hay del arte de los pueblos sometidos por Roma?. ¿Del arte, por ejemplo, de aquéllos pueblos celtíberos, como Numancia?. ¿Se puede hablar, propiamente, de un arte específicamente numantino?.
Independientemente de la tragedia épica que redujo a cenizas la ciudad celtíbera asentada en las cercanías de Garray, y en base a los numerosos hallazgos realizados hasta el momento en el yacimiento donde ésta se asentaba, se puede decir que sí; que los numantinos poseían un arte lo suficientemente autóctono, como para darse cuenta , observando los restos de cerámica y otros objetos que han llegado hasta nosotros, de la importancia, por ejemplo, que el numantino concedía al entorno en el que vivía.
Una buena prueba de ello, se encuentra en la capital de la provincia, en las instalaciones del Museo Numantino, y más concretamente, en la sección dedicada a Numancia. Situado justo enfrente del parque de La Dehesa, el interior del museo expone piezas de cierta relevancia. Piezas que, algunas aunque ajenas a Numancia, ofrecen pistas de otros lugares de la provincia, como el sarcófago infantil procendente de Omeñaca, la madera pintada de Caltójar, o el Calvario procedente de Peroniel del Campo y perteneciente a la escuela castellana del siglo XVI.
Dentro de los restos de vasos, jarras y vasijas pertenecientes al yacimiento numantino, llaman poderosamente la atención algunos ejemplares específicos, como el 'Vaso de los Toros', el 'Vaso de los Guerreros'. una vasija decorada con una curiosa figura femenina y la jarra trilobular, que describe escenas de doma.
{}