Santo Domingo, una joya del románico soriano

C ambiamos de panorama, pero no para alejarnos de esa visión retrospectiva, artística, mítica y cultural, que hace de Soria un excelente caldo de cultivo para exigentes paladares hermenéuticos dispuestos a saborear complejos guisos de Arte, Historia y Tradición. Y nada mejor que hacerlo, que invitando a visitar la capital soriana y dejarse tentar, aun en la medida de lo posible, por este exquisito plato combinado que es, metafóricamente hablando, la iglesia de Santo Domingo, originalmente de Santo Tomé. Levantada con una cuidada maestría y un estricto control de los arquetipos básicos de la geometría sagrada –a saber, entre otros: número, mesura, equilibrio y proporción-, muestra un cuerpo consistente, en cuyos aderezos esculturales se aprecian esas vaporosas y aromáticas fragancias que los especialistas coinciden en situar allende los Pirineos, en las vecinas escuelas canteriles de Poiteau. De Poiteau, precisamente, era originaria la princesa Leonor Plantagenet –hija de una gran f...