A diferencia de su homónima y Patrona de Salamanca que, expuesta en el Altar Mayor de la catedral vieja, se la puede ver cubierta de piezas de cobre, bronce, oro, así como por ornamentos de piedras preciosas y adornada con joyas donadas como ofrenda por los feligreses a lo largo de los años, la talla de la Virgen de la Vega que puede contemplarse actualmente en la parroquial de San Leonardo de Yagüe, destaca, no tanto por su sencillez, como por su extraordinaria pequeñez -a ojo de buen cubero, unos 30 cmts. de altura, aproximadamente- que la equipara con otras relevantes tallas románicas, siendo la talla de la Virgen del Pilar, el ejemplo más significativo. También, al contrario que nuestra entrañable Pilarica, la Virgen de la Vega mantiene una posición sedente, con el Niño sentado sobre la pierna izquierda. Tal vez por equiparación con otras tallas de veneración fervorosa, tiene una imponente corona sobre la cabeza y un velo blanco que, cuál velo inmaculado de novia, le cae desde la ...