Soria verde y natural
Poco antes de la primavera del año pasado, comencé mis peripecias por esta provincia, cuya variedad de matices, idiosincracia y belleza, me ha ido enamorando poco a poco. Recuerdo que el año pasado, aproximadamente un día tal que hoy, al visitar por primera vez las ruinas de Numancia, me quedé profundamente impresionado. No podía olvidar que allí, en ese lugar recordado y loado por la Historia, se produjo un drama espantoso, terrible, que en dicho moento, la Naturaleza, con su extraordinaria sabiduría, había maquillado esos restos con la maestría con que sólo Ella sabe hacerlo. Pensé entonces, que no había mejor época para visitar e ir conociendo una provincia, que la primavera. Y no me equivocaba. Porque, a pesar del tiempo tan atípico que hemos tenido, y de este mes de mayo, particularmente inestable, que nos ha proporcionado más lluvia de la que nunca hubiéramos imaginado -los estadistas, ese gremio de puntillosos que enseguida sacan porcentajes aunque sea de las veces que van y vi...