Recuperando la Memoria Escolar de Romanillos de Medinaceli
L o más parecido que se me ocurre ahora mismo para comparar con el recuerdo o la memoria, es el mitológico Ave Fénix, que renace siempre de sus cenizas. Recordar, de alguna manera, es volver a vivir; es, comparativamente hablando, lanzarse de cabeza en esas insondables profundidades del corazón y recuperar el inapreciable tesoro de la memoria. E n ocasiones, hablar de memoria en este país, conlleva pensar en un episodio cruento y desgraciado, cuyas heridas, aún al cabo de ochenta años, parecen no haber cicatrizado. Ahora bien, el tipo de memoria al que quiero referirme aquí, aunque localizada en los años posteriores a ese desgarrador agujero negro de nuestra Historia, encaja en otro tipo de recuerdos; unos recuerdos más cercanos y más íntimos; unos recuerdos que nos enternecen y que, en el fondo, cuando volvemos la vista atrás, nos tientan a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. U n sentimiento quimérico, desde luego, aunque en este caso, la culpabilidad habría que buscarla en ...