Regreso a Termancia
Han transcurrido más de dos mil años desde aquellos idus de marzo del año 141 antes de Cristo, cuando los termestinos empujaron al general romano Quinto Pompeyo y a su ejército contra un precipicio, obligándole a desistir de su empeño de conquistar la ciudad, haciendo que se retirara a las proximidades de Numancia.
Posteriormente, ya en el siglo XII, un auténtico mito nacional, el Cid Campeador, pasa por Tiermes, segun queda reflejado en el Cantar:
Assiniestro dexan Agriza
que Álamos pobló.
Allí (son) los cannos
do a Elpha encerró...
Según afirman Alberto Bescós Corral, Santiago Martínez Caballero y Arturo Aldecoa Ruiz en el monográfico Gentes de Tiermes, editado por la Consejería de Cultura y Turismo y la Junta de Castilla y León, 'Álamos sería un alter ego de Hércules, explicación del origen de la ciudad, y Elpha (Elfa) una suerte de ser maligno o mujer-serpiente similar a las Lamias, tan comunes en la mitología española, ligadas a pantanos, bosques oscuros, cuevas o antros'.
Mitos que, aunque conocidos en la época por caballeros y juglares, se ha perdido la memoria de muchos de ellos hoy en día. Aún así, muchos de los que han sobrevivido a este olvido, como el mencionado de la pérfida Elfa, no dejan de ser percibidos, o mejor dicho, intuídos, cuando uno pisa Tiermes y su fantástico entorno.
La Naturaleza, tan sabia como extraña e incluso excéntrica a veces, juega aquí un papel esencial. Hace, en la misteriosa alquimia de sus estaciones, la Gran Obra Filosófica, jugando con las sombras, los matices, y por supuesto, con la luz.
De la belleza que se desprende de este monumental atanor, da fe la emoción, no sólo del visitante que acude por primera vez a contemplar esta increíble ciudad troglodita, sino también, la de aquél otro que, aún habiéndolo hecho en más ocasiones, sabe que siempre hay motivo y lugar para dejarse sorprender.
Poco importa ver desiertos los graderíos de su circo, allá, en las extremidades de la Puerta del Sol; o las olvidadas cañerías pétreas que ya no llevan agua a las termas donde sus antiguos habitantes se abandonaban al placer del baño y la conversación; tampoco importa si de los abandonados hogares ya no sale humo, ni olores a cocina y condimento; tampoco, si el agua no discurre ya alegremente por el acueducto ni sus galerías subterráneas...Importa saber, que por poco que se agudice el oído, uno puede sentir, latente, como su corazón de piedra, a los antiguos lares protectores del hogar. Es cierto que no los ve, pero sabe que están ahí, atrapados en una remota dimensión del tiempo. Que sus susurros se mezclan con el viento que se cuela entre los recovecos de la roca, llevándose lejos arcanos recuerdos, oscuras magias y olvidados secretos, algunos de los cuales se entretienen allá lejos, meciéndose lastimeramente entre las hojas de una hilera de árboles que ya comienzan a amarillear, vistiéndose de otoño. Otros se pierden aún más allá, junto a unas rocas cuyo color parece transmutarse en fuego vivo a medida que reciben el beso ígneo de los últimos rayos del sol.
Las sombras son un borrón de tinta que conforma extrañas, inquietantes siluetas, cuando los últimos visitantes abandonan el lugar, dejando descansar a los fantasmas, mientras en el horizonte, por las cercanías de la Sierra de Pela, las aspas siniestras de los molinos eólicos parecen agitarse bravuconamente, quizás desafiando a un hidalgo caballero de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor...
Comentarios
Un montaje precioso, realmente entrañable. GRACIAS.
Tú entraste en las entrañas de Termancia con la misma fuerza que tu reportaje ha logrado entrar en las de tus lectores.
Mis felicitaciones y mi abrazo.
Salud y románico
Ya tengo la suerte de conocer algo de Soria, ya sabes porque, Tiermes fué un viaje agradable, interesante y emocionante, solo una pequeña parte de todo lo vivido. Fue un viaje al pasado, rememorando los hábitats y construcciones de la época, los chalets adosados y el teatro Fenderiano, y también un viaje al futuro, puesto que el recuerdo de la visita me evoca nuevas experiencias que seguro me quedan por vivir por tierras sorianas, si es con el guia que tuvimos en Tiermes, mejor.
Como bien apuntas, queda la incógnita del abandono misterioso del lugar, los subterraneos misteriosos, la pérfida Elpha,.... Motivo suficientes para volver al lugar. ;)
Felicidades por el video y por el blog. Recibe un fuerte abrazo.
Un fuerte abrazo.
P.D Veo que ya has colocado la foto. Tendrás que nombrar al Fende tu fotógrafo oficial...¡Mira que son buenas las fotos que hace!