Con su blanca palidez: San Juan de Rabanera
[T. Lobsang Rampa]
Siempre me he preguntado si es ésta curiosa iglesia de San Juan de Rabanera la que custodia el antiguo palacio al que posiblemente un hada ultrajada convirtiera en la actual Diputación Provincial, o por el contrario, es ésta última quien vela, mima y en ocasiones lava la cara al sortilegio que es, en el fondo, éste afortunado híbrido románico.
También es cierto, que siempre, parado frente a su reaprovechada portada, he intentado imaginármela en su lugar original; pero de la malograda iglesia de San Nicolás, situada a un centenar de metros más abajo, casi nada queda en pie, si exceptuamos unas tristes ruinas, cuyos muñones señalan dolientes hacia el cielo, quizás reclamando la parte de magia que la nieve otorga a todo aquello donde la place dejarse caer.
Por supuesto, la última vez que la vi, había tal cantidad de nieve, que resultaba imposible localizar esas milenarias marcas que una bandada de ocas salvajes, vaya usted a saber con qué desconocido y esotérico motivo, dejó grabadas en las losas del pavimento que conforman la acera junto a la entrada a la iglesia. Tampoco pude presentar mis respetos al Cristo templario (1) que, procedente del cercano monasterio de San Polo, espera pacientemente colgado detrás del altar la consumación de los tiempos. Pero sí pude observar las evoluciones por la nieve de una bruja soñadora que, cámara en mano, intentaba atrapar en la pequeña abertura de su objetivo una magia milenaria que aún está lejos de desvelarnos todos sus arcanos secretos.
Por cierto, la subida hacia la iglesia de la Virgen del Espino por la calle Caballeros -de clave en clave, y tiro porque me toca- estaba bastante peligrosa.
Soria, 28 de Enero de 2011
(1) Existe una fantástica leyenda relacionada con este Cristo, recogida por el genial investigador Rafael Alarcón Herrera, bajo el título de 'La leyenda del Cristo Cillerero', cuya lectura recomiendo a toda aquella persona interesada.
Comentarios
Bueno, te lo perdonamos, porque seguramente estarías "embrujado" y no prestabas la debida atención a las cosas reales...
Te recuerdo, que las "pisadas de oca", ocultas bajo el manto nevado, están ante la fachada oeste, y se trata de piedras reutilizadas, que proceden del arruinado templo de San Nicolás.
Salud y fraternidad.
Salud y fraternidad.