A un entrañable burguense



'Todos, en un momernto o en otro, hemos dicho o pensado que nos gustaría detener el mundo y bajarnos. ¿Y si mañana nos encontramos que podemos hacerlo...?. Recordad, de todas maneras, que somos libres de escoger'.
[Morris West: 'El Navegante']

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Mi aventura en el Mundo de la Blogosfera, apenas tiene unos meses de vida. Vio la luz en mayo -recuerdo que lucía un sol inmenso, de manera que su nacimiento no estuvo afectado por los caprichos de la luna, ni tampoco por el aburrimiento- y la idea era de que en sus genes se mezclara -espero que en las proporciones adecuadas, aunque a veces unas medidas destaquen más que otras- un poco de todo: viajes, aventuras, misterio, enigmas medievales, literatura, poesía, sensaciones y otras nostalgias que esperaba -y espero- que puedan llegar a ser de alguna utilidad a alguien en un momento determinado.
Como es normal, la aventura de escribir conlleva sus triunfos y sus riesgos; sus laureles y sus fracasos. A todos nos gustaría ser escritores punteros, maestros en el arte de escribir best-sellers que se traduzcan a todos los idiomas y se vendan como rosquillas; firmar autógrafos y salir en las portadas de periódicos y revistas. Pero, por encima de estas ambigüedades, quimeras o ilusiones, pienso que cuando una persona se pone a escribir, es porque realmente tiene algo que decir; algo -la importancia la valoran otros- que desea compartir con los demás. No importa, en éste caso, el éxito. Lo importante es el ánimo y el deseo de hacerlo y decir, con satisfacción: al menos tengo cuatro amigos que están pendientes de lo que escribo y sus opiniones y su apoyo me ayudan a continuar. Me ayudan, también, a pensar que lo que hago es importante.
Comencé dedicando el blog a la provincia de Soria, porque es una provincia de gran arraigambre en lo personal y por la que siento un cariño sincero, la cuál, por circunstancias de la vida, es ahora cuando puedo decir que comienzo a 'conocer', aunque, desde luego, el camino es largo. Mi padrino fue, para mayor honra, un simpático burguense que me dio la bienvenida; me ofreció su ayuda y, sobre todo, me dio ánimos para continuar, dejándome su comentario cuando el blog apenas tenía unas horas de vida.
Ni qué decir tiene, que para un nostálgico de la carta tradicional, manuscrita y con matasellos de Correos, recibir lo que actualmente se está convirtiendo en un sustituto implacable -el correo electrónico-, hizo aflorar en mi interior recuerdos y alegrías que hacía mucho tiempo que no sentía. Después de él, vinieron algunos más; y es muy probable que el tiempo -con o sin la relatividad añadida por Einstein- me presente a algunos más y entre todos logremos formar un estupendo colectivo, donde potenciar, a fin de cuentas, lo más valorable, a mi juicio, en ésta vida: la amistad.
Hace unos días leí -porque así lo manifestaba él mismo en su página -'Diario de un Burguense'- que no le apetecía escribir ni publicar ninguna entrada, porque su estado de ánimo no le acompañaba. También es cierto, que dejaba entrever la posibilidad de un regreso. Un regreso renovado y con más fuerza.
Reconozco que echaré de menos entrar en su blog y no ver entradas nuevas. Y reconozco, también, que a él tengo que agradecerle el recorte de periódico, donde -junto a otros muchos y merecidos blogs- el Heraldo de Soria mencionaba también el mío. Tengo que agradecerle, así mismo, su picardía y buen humor a la hora de ofrecer una suculenta chuletada en El Burgo de Osma a todo aquél que acertara un acertijo y tuviera, por supuesto, la fortuna de encontrarle primero. He de agradecerle, también, la suerte de haber vivido, visionando sus vídeos, unas fiestas burguenses llenas de belleza, colorido y tradición.
En fin, particularmente, tengo que agradecerle los momentos de deleite, de cultura y de 'savoir faire' -como diría un francés remilgado- así como esa maestría tan propia que tiene de sacarse conejos de la chistera con el fin de mantener el interés del lector.
Por eso le dedico de corazón esta entrada, animándole a continuar; a no dejarse llevar por el pesimismo; a seguir escribiendo de esa pequeña patria soriana que, en el fondo, todos llevamos en nuestro corazón.
¡Ánimo, hombre!. ¡Que hasta el más santo de entre todos los santos dudó alguna vez de la existencia de Dios!.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Muchisimas gracias Juancar,

Entradas como la que has publicado hacen ver lo grande que son algunas personas. Despues de este gran homenaje, que jamas hubiera imaginado, y que has hecho a mi blog, me veo en la obligacion de volver, pero dejemos que el tiempo sea un buen compañero para una vuelta con fuerza, motivacion y buenas entradas.

Te estare eternamente agradecido por tan gran homenaje. De nuevo, muchisimas gracias.

Un fuerte abrazo desde Diario de un burgense
Nacho ha dicho que…
Un saludo Juancar. Sólo nos conocemos gracias al blog diariodeunburgense, pero me he dado cuenta de la genialidad de tu blog, y no voy a dudar en enlazarlo en el mio. Quiza ya lo hayas visitado, te invito igualmente a hacerlo, y si lo deseas a enlazarme: http://desdesoria.blogspot.com

Un saludo
juancar347 ha dicho que…
Para mi amigo burguense:

He hecho lo que consideraba que tenía que hacer por una persona que, a mi juicio, se lo merece. Me doy por satisfecho al saber que sólo es un 'hasta pronto' y te espero, compañero.
Un abrazo
juancar347 ha dicho que…
Para Nax:

Estaré encantado de enlazarte con mi blog. Cuantos más seamos, mejor.
Te agradezco sinceramente tu comentario, pero mi blog es muy normalito. Estamos en contacto.
Saludos,

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