La Soria Templaria - I

Bien podría comenzar esta entrada, parafraseando el título de un libro de un buen amigo mío, Xavier Musquera, escritor e investigador de la España mistérica -entre otros muchos talentos- cuya lectura me deparó extraordinarios momentos y quizás, de paso, espoleó aún más mi interés por estos legendarios caballeros. El título original del libro era 'La espada y la cruz', aunque la edición que el destino puso en mis manos, se llamaba 'La aventura de los templarios en España'. Cosas del márketing y los efectos editoriales de maquillaje. Y sin embargo, en este blog, sí que se podría hablar, perfectamente, de 'La aventura de los templarios en Soria'.
Por eso, a lo largo de la presente y de las siguientes entradas, creo interesante hacer un recorrido por la provincia, exponiendo, aunque sea de una manera superficial, aquellos lugares donde éstos dejaron -si no una huella manuscrita, que documentos realmente quedan pocos y prácticamente inaccesibles- sí, al menos, una huella visible y numerosas referencias orales.
Posiblemente el lugar que menos dudas genere sobre la autoría, sea aquél que, situado junto a la ribera del Duero, abre el camino hacia lo que se podría considerar como el lugar de culto más emblemático de la capital de la provincia: la ermita de San Saturio, antiguamente denominada de San Miguel de la Peña.
Me refiero, como es obvio, a la Puerta de San Polo; o mejor dicho, a lo que todavía queda en pie de lo que en tiempos fuera un monasterio de la Orden, y que hoy en día constituye una propiedad privada. Aún se conserva algún objeto, como el 'Cristo templario' o el 'Cristo cillerero', que se exhibe detrás del altar de la iglesia de San Juan de Rabanera. Se puede añadir, también, que en sus inmediaciones Gustavo Adolfo Bécquer situó la leyenda 'El rayo de luna'.
Continuando con los pormenores del presente viaje, y situado a una quincena de kilómetros, aproximadamente, de San Pedro Manrique, en las denominadas Tierras Altas y en plena Ruta de los Torreones, sobre Magaña planea la sombra de estos freires milites, cuya mejor huella se puede encontrar en las numerosas cruces patadas -la forma de cruz más utilizada por el Temple- que se pueden localizar en los muros de la iglesia-fortaleza de San Martín de Tours. Tanto en Magaña como en Trébago, abundan las leyendas sobre éstos, así como otras relativas a unos curiosos exponentes de la tradición oral no sólo hispana, sinto también mundial: los gigantes.
Fuensaúco dista unos 5 kilómetros escasos de Soria, siguiendo la carretera N-122 en dirección a Zaragoza. También en la pared principal de su iglesia fortaleza, consagrada a Nª Sª de los Ángeles, se pueden advertir varias cruces patadas, que hacen sospechar que en algún momento de su turbulenta historia, el Temple estuvo por allí. No resultaría extraña tal suposición, si tenemos en cuenta su cercanía con el monasterio de San Polo y el acceso a San Saturio.
Quizás uno de los lugares donde con mayor consistencia se percibe la sombra del Temple en la provincia, sea San Pedro Manrique. A falta de documentación que la avale, posiblemente la tradición sea el mejor garante del investigador, al considerar con peremne insistencia las ruinas de San Pedro el Viejo, siglo XII, como pertenecientes a un antiguo convento templario. Dicho sea de paso, otro probable exponente de la presencia templaria en la zona, lo constituyan, también, las ruinas de la ermita de San Miguel, enclavadas en lo más alto de la ciudada -enfrente de la ermita de la Virgen de la Peña y el Reciento del Fuego- que hoy día constituyen parte del cementerio municipal.
Por otra parte, en Renieblas -lugar donde estuvo acampada una de las legiones de Escipión que pusieron cerco a Numancia- la presencia templaria fue tan fuerte, que aún quedan los suficientes rastros de su presencia, así como una calle exclusivamente dedicada a ellos, no muy lejos de donde aún se conserva parte de la edificación de lo que en tiempos debió de ser una encomienda, sobre una de cuyas puertas aún puede verse un escudo de piedra que, según algunos investigadores, representaría a un caballero templario.


Comentarios

KALMA ha dicho que…
Bonito recorrido, tras las huellas de los templarios, captando en imágenes su rastro. Saludos.
juancar347 ha dicho que…
Sí, a veces no es tan fácil de seguirles la pista; y otras, te la encuentras por casualidad.

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