Feliz Navidad y Próspero Año 2013
O tro año está punto de llegar a su fin. Viejo y cabizbajo, como un actor que ha llegado al final de su carrera, está a punto de abandonar el escenario de su última representación y perderse para siempre entre las candilejas que definen esa tierra de nadie que suelen ser, generalmente, los bastidores. Habrá, como siempre en toda representación, diversidad de opiniones entre el público: unos aplaudirán, emocionados por la función que acaban de presenciar, y otros, más críticos, que no necesariamente peores, se sumirán en el silencio y lanzarán una pedorreta despectiva hacia el escenario, sin disimular un ápice su disgusto. Son reacciones humanas que definen, al fin y al cabo, algo que nos caracteriza y desde luego, nos hace ser como somos: los sentimientos. Por alguna extraña razón, son precisamente los sentimientos los que vienen a representar un papel principal en esta tragi-comedia teatral en la que todos, prácticamente, nos ponemos el traje de pastor y c...